El mantenimiento adecuado de un vehículo no solo garantiza su óptimo funcionamiento, sino que también prolonga su vida útil y mejora la seguridad al conducir. Uno de los aspectos clave en este proceso es saber cuándo es el momento adecuado para sustituir ciertos componentes. A continuación, le explicamos los periodos más comunes para reemplazar las piezas principales de un automóvil.
1. Llantas
Las llantas deben ser reemplazadas cuando presentan un desgaste excesivo en la banda de rodadura o cuando la profundidad del dibujo alcanza 1.6 mm, el mínimo recomendado para garantizar tracción y seguridad. También deben sustituirse si muestran grietas, deformaciones o han superado los 5-6 años, incluso si aparentan estar en buen estado.
2. Batería
La vida útil de una batería promedio es de 3 a 5 años. Sin embargo, factores como el clima, el tipo de conducción y el uso de accesorios eléctricos pueden reducir su durabilidad. Si experimenta dificultades para arrancar el motor o fluctuaciones en el sistema eléctrico, es probable que necesite ser reemplazada.
3. Frenos
Las pastillas de freno suelen durar entre 30,000 y 50,000 kilómetros, aunque esto depende del estilo de conducción y del entorno. Si escucha ruidos al frenar o nota una disminución en la capacidad de frenado, es momento de inspeccionar y sustituir este componente. Los discos de freno también deben revisarse regularmente y cambiarse si están desgastados o deformados.
4. Filtros
- Filtro de aceite: Se reemplaza junto con el cambio de aceite, generalmente cada 5,000 a 10,000 kilómetros.
- Filtro de aire: Cada 15,000 a 30,000 kilómetros, o antes si conduce en zonas polvorientas.
- Filtro de combustible: Cada 30,000 a 60,000 kilómetros, dependiendo de las recomendaciones del fabricante.
5. Amortiguadores
Los amortiguadores tienen una vida útil de entre 60,000 y 80,000 kilómetros. Si nota que el auto rebota más de lo normal o escucha ruidos inusuales, es momento de reemplazarlos.
6. Correa de distribución
La correa de distribución debe sustituirse entre los 60,000 y 100,000 kilómetros o según lo indique el fabricante. Su fallo puede causar daños graves al motor.
Sustituir los componentes de un vehículo en el momento adecuado no solo evita averías costosas, sino que también garantiza su seguridad al conducir. Consulte el manual del propietario y realice revisiones periódicas para mantener su auto en óptimas condiciones.